martes, 6 de mayo de 2014

Javier Almuzara y su poesía, esa música que piensa


El pasado lunes 28 de abril tuvo lugar la presentación de “La poesía, esa música que piensa”, el último trabajo de Javier Almuzara, poeta que fue doblemente galardonado con el premio de poesía de la Cátedra Emilio Alarcos.
Abrió dicho acto Josefina Martínez en nombre de la Cátedra con unos versos de Jorge Guillén, y asegurando que el propio Emilio Alarcos estaría muy orgulloso de esta velada. Martínez, como antigua maestra de Almuzara, narró unas interesantes anécdotas sobre la juventud del poeta, a quien por aquel entonces no le interesaban ni la gramática, ni la sintaxis, lo suyo era pura vocación poética. Josefina Martínez concluyó su presentación con unos versos de Fray Luis de León que ensalzan la música, los cuales José Luis García Martín, también presente en este acto, recitó de memoria en voz baja con asombrosa precisión.
Tras la intervención de Josefina Martínez, se le dio la palabra al ya mencionado José Luis García Martín, también antiguo maestro de Almuzara. García Martín sigue la andadura poética del poeta desde el año 1989, y le define con tres palabras llenas de elocuencia y exactitud: Poesía: Almuzara es un poeta de tradición clásica y no se avergüenza de ello. No siente pudor en reconocer a los clásicos como sus maestros; Música: Almuzara habla de la música con la pasión que le es otorgada por su gran conocimiento sobre ella. El poeta ama la mayoría de los géneros musicales, pero detesta otros, y así lo muestra sin arrepentimiento; Entusiasmo: Almuzara es un entusiasta de todo aquello que ama, y así lo transmite siempre a sus allegados. García Martín concluye alabando la gran decisión que tomó el poeta al decidir dedicarse en cuerpo y alma a la poesía, algo que ama profundamente.
Tras esta introducción a la trayectoria poética de poeta, se le dio la palabra a Almuzara, quien con gran ilusión reflejada en el rostro confesó que el nombre de Emilio Alarcos  tan solo le traía alegrías, tanto por los recuerdos que tenía de su persona, como por haber sido doblemente galardonado en su nombre. Almuzara homenajeó a quien en su día fue su gran maestro leyendo una de sus poesías de tono elegíaco.
Almuzara explicó el porqué de título tan contradictorio de su obra. Todo, al comenzar a leer el título esperamos que éste sea “…esa música que siente”, sin embargo, nos sorprendemos al ver que para el autor la música también es pensamiento. El poeta remitió a una serie de prosas que hacían referencia a momentos y frustraciones de su vida, además, contó una curiosa anécdota en la que durante un viaje a Grecia se vio tan inspirado por la contemplación de un paisaje idílico que dejó allí mismo grabado en piedra uno de sus poemas (“Luz y silencio. He venido a encontrarme con lo que llevo dentro…”).
Aunque Almuzara asegura que sus reflexiones sobre la profesión no le han llevado a muchas conclusiones, sí nos da el consejo de “dejar enfriar los sentimientos”, es decir, no corregir un poema justo tras haberlo escrito, para que así nuestros sentimientos no afecten a la lucidez.

Por último, Almuzara deleitó a su público con la lectura de sus poemas, alguno de ellos todavía inédito. Con las bellas palabras del poeta concluyó el acto, y todos los presentes celebraron su cercanía. 


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