Claudia Elena Menéndez Fernández (San
Martín del Rey Aurelio, 1994) es una joven poeta en Lengua Asturiana. Su
vocación por las letras comenzó en la infancia, pero se hizo tangible cuando,
en el año 2008, ganó el Campeonato de Asturias de relato corto. En la
actualidad, compagina sus estudios de Lengua Española y sus Literaturas en la
Universidad de Oviedo con participaciones periódicas en las “Timbas Poéticas”
que tienen lugar en La Mazorga Espaciu Cultural (Gijón). Ella y otros jóvenes
poetas están a la espera de la publicación de una antología poética con lo
mejor de sus obras.
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¿A
qué edad o en qué etapa de la vida surgió tu vocación literaria? ¿Por qué?
Podría
decirse que casi desde el parvulario mostré interés por las letras. A medida
que fui creciendo ese interés se convirtió en un afán por escribir relatos que
siempre presentaba a los concursos organizados con motivo del Día del Libro.
Sentí la vocación literaria más cerca cuando gané el Campeonato de Asturias de
relato corto. No obstante, desde siempre mis padres me han inculcado la lectura
y el amor por ella. En cuanto al porqué no tengo una respuesta clara, no hubo
ningún hecho decisivo que me hiciera sentir la vocación.
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En
cuanto a autores, ¿Cuáles son tus mayores referentes?
En
lengua asturiana Pablo Rodríguez Medina y Bernardo Guardado. En castellano, sin
duda, Eduardo Mendoza y Miguel Delibes, aunque también soy fiel lectora de los
versos de Machado y de Lorca.
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- Quizá
el género en el que mejor te mueves es la poesía pero, ¿Has tocado otros
géneros?
Por
supuesto, de hecho comencé escribiendo relatos cortos en mi niñez, aunque con
el paso del tiempo comencé a escribir poesía.
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¿Te
ves dedicándote a la poesía en un futuro? ¿Por qué?
No,
para mí la poesía es una afición, me dedico a ella en mi tiempo libre. No me
veo en un futuro dedicándome en cuerpo y alma a ello. Lo que más me gustaría
sería trabajar en algo relacionado con mis estudios, sobre todo la docencia o,
por qué no, la investigación.
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Tu poesía es, mayoritariamente, en Lengua
Asturiana. Háblame de este hecho.
Siempre
escribí en castellano, pero desde hace año y medio comencé a escribir en
asturiano porque me di cuenta que era una parte de mi realidad. El asturiano es
mi otra lengua materna así que decidí expresar mis sentimientos en ella. También
ha tenido que ver en esta decisión que haya comenzado a cursar estudios de
Lengua Asturiana en la universidad y, por qué no decirlo, como una reacción
ante las críticas y comentarios despectivos que suscita esta lengua.
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Me
llama la atención que escribas poesía en asturiano pero que para la prosa
utilices el castellano. ¿A qué se debe esta distinción tan singular?
Se
debe a algo muy sencillo: en la poesía siento que puedo expresar más mis
sentimientos. Mi poesía es personal, íntima… incluso autobiográfica, por ello
prefiero escribirla en asturiano. Siento que es algo que forma parte de mi vida
diaria, y en mi día a día me expreso en asturiano.
- ¿Qué
harías para paliar la situación diglósica del asturiano?
Soy
muy coherente con mis principios y, al contrario que otra gente, no me
avergüenzo de expresarme en mi lengua. Utilizo el asturiano para comunicarme
con mi familia, con mis amigos e incluso por las redes sociales. El asturiano
es algo tan natural para mí que “no entiendo” la situación en la que se
encuentra. La diglosia es una consecuencia de la visión tan generalizada en
nuestros días del asturiano como una imposición. Desde mi punto de vista no es
una imposición, es un afán de mostrar una realidad que existe y que no podemos
ocultar. Reclamo el derecho a hablar mi lengua materna sin discriminación.
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¿Es
una utopía inalcanzable la oficialidad del asturiano?
Inalcanzable
no hay nada, pero difícil sí. Se trata de superar una gran barrera, pero la
gente no está suficientemente concienciada, por lo que la situación va a peor.
Además jugamos con la desventaja de que la mayoría de la gente que habla
asturiano es mayor, es inusual que los jóvenes se interesen por ello. No hay
una demanda social del asturiano porque la sociedad no está concienciada. A
pesar de esto, cabe destacar la gran labor que desde los años 80 lleva haciendo
la Academia de la Llingua Asturiana. Inalcanzable no, pero sí que nos queda un
largo camino por recorrer.
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Según
tu punto de vista, ¿Crees que la poesía está en el lugar que le corresponde?
Es
un mundo muy minoritario. Es accesible, pero el público no se interesa por
ello. Quizá esto se deba a que la poesía es un género que exige mucho a quién
la está leyendo. Definitivamente, no creo que la poesía tenga el reconocimiento
que se merece.
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Si
tuvieses que elegir un tema central que se repita a lo largo de tu obra, ¿Cuál
sería?
Aunque
suene tétrico decirlo los temas más recurrentes en mi poesía son el paso del
tiempo y la muerte. En mi poesía me expreso tal como soy, expreso todos mis
miedos y anhelos. Quizá parezca impropio de mi edad hablar del paso del tiempo
y no de otros temas como el amor, pero es lo que siento.
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¿Hay
algún verso o poema que te defina a la perfección?
Creo
que me decantaría por “que nun hai peor derrota nesta vida que la
nun dexar buelga” (No hay peor derrota en esta vida que la de no dejar
huella). Con este verso quiero decir que no debemos pasar por la vida sin pena
ni gloria, debemos dejar huella en uno mismo o en otra persona. Así, cuando ya
no estemos, alguien se acordará de nosotros. No hablo de una “huella” literaria
o famosa, sino del hecho de que hayas significado algo para una persona. Dejar
huella en alguien significa no morir del todo. *
A continuación, adjunto un poema de la autora:
Vinisti sola, como siempre,
Picasti a la puerte:
-¿puese?-
Nun hubo contestación,
naide quixo mirate.
naide t´esperaba tan ceo
-Asina nun se pue vivir- dixisti.
Ye duro saber que la xente fuexe de ti,
que yes l´aire que desnuda los árboles,
la glayía qu´esfelpeya ´l cielu,
la sombra qu´atapez la tarde,
el mur que rueye les coraes,
la topera de mucho inocentes,
un barcu qu´al debalu navega
en viaxe d´ida y non de vuelta,
el puntu final d´hestories ensin acabar,
la lladrona que roba los suaños y la felicidá,
¡que lo yes too
y que too lo reduces a nada!
Vinisti sola, como siempre,
y como siempre, marchasti acompañada.
Claudia Elena Menéndez Fernández.