domingo, 23 de febrero de 2014

Ortega y el Novecentismo

José Ortega y Gasset nace en 1883. Su padre es un escritor y periodista que dirige El Imparcial (uno de los grandes periódicos de la época). Estará ligado al periodismo por motivos familiares; desde muy pronto empieza a escribir en el periódico de su familia. El Imparcial tenía un suplemento cultural: El Lunes del Imparcial, donde Ortega comenzó a escribir desde temprana edad. Ortega no es periodista profesional, ya que estudia en Alemania. En 1910 obtiene la cátedra de metafísica en la Universidad de Madrid. Él realiza su labor en la Universidad pero se da cuenta de que la reforma que él quiere para España no puede limitarse solo al ámbito universitario (relegado solo para una clase minoritaria). Su labor periodista no solo es la de colaborar, sino también la de fundador de muchos periódicos y revistas literarias. Aunque no fue el capitalista si fue el orientador de muchos periodísticos. Es el creador de dos grandes publicaciones periodísticas de la historia: diario El Sol y la Revista de Occidente. Otro periódico orientado por Ortega fue Crisol. El Sol fue el equivalente de lo que en 1976 será El País, que estará ligado también a la familia de Ortega. El Sol pretendía ser un periódico pedagógico, científico; grandes escritores de aquel momento colaboran con esta publicación (Ramón Pérez de Ayala: poeta, novelista y narrador, y uno de los más brillantes ensayistas de la cultura española; Gregorio Marañón, investigador en la medicina y figura pública destacada, al contrario que Pérez de Ayala consiguió ser una figura destacada en la vida pública, a parte de su trabajo como médico escribe artículos y ensayos sobre la historia de España;  Manuel Azaña, intelectual, ensayista y creador de la revista La Pluma, con la República Azaña se convierte en la figura central, de él destacamos por un lado sus discursos políticos (mucha precisión), es el primero en dar discursos a campo abierto y, por otro lado, sus memorias políticas y de guerra; Ramón Gómez de la Serna, no tiene la formación científica de los autores que hemos nombrado hasta ahora, pero es un precursor de la vanguardia.
Las Meditaciones de El Quijote es uno de sus libros más destacados de Ortega.  Toma como punto de partida un libro capital de la cultura española. Ortega se esfuerza por satisfacer a sus lectores. Su gran rival es Miguel de Unamuno, que no tenía la misma formación brillante que Ortega.
En 1923 tiene lugar la fundación de la revista de Occidente, revista cultural en formato libro. La que había fundado ortega despareció en 1936, aunque sus familiares la refundaron y ha pervivido hasta nuestro días. Ortega cuida mucho la presentación de su periódico y sus articulistas, entre los que destaca el periodista asturiano Fernando Vela. No solo publicará artículos, sino también traducciones y escritos de nuevos autores, que darán lugar a la Generación del 27.
Ortega y Gasset también publica una revista unipersonal: El Espectador, publicada en 1916 y que continuó hasta 1931.
El término revista viene de la palabra “revisar”; se revisan todos los acontecimientos sucedidos a lo largo de un periodo concreto. En el primer número de 1916 habla sobre el perspectivismo. Reflexiona sobre filosofía y también sobre sus viajes. Greguerías, aforismos… son también algunos de los temas de su revista.
El Espectador era muy personal, solo escribía él. En 1923 funda la revista cultural más importante de la historia española, la Revista de Occidente. Es una revista literatura, que tiene una parte de literatura y otra de divulgación científica. La intención de esta revista fue reflejar por Europa y por el mundo la cultura española. Las publicaciones de esta revista se extendieron hasta 1936. Se conocerá por primera vez la nueva literatura europea, con obras de Kafka, Joyce (Ulises, vista como una obra inmoral, obscena; renovación de las técnicas narrativas), Proust (figura de la renovación de la narración).
En esta revista se publican los poemas más importantes de Cernuda, Alberti; Será uno de los núcleos más importantes de la Generación del 27. Tiene una colección de poesía donde publicó los siguientes libros: Romancero gitano, Federico García Lorca; Cántico, Jorge Guillén.
Además, tienen interés literario dos folletos que publica en 1925, los cuales tendrán gran importancia en la literatura:
o   La deshumanización del arte, que dio un nombre un tanto despectivo al arte de los años 20. Lo que hace Ortega en este pequeño libro es una especie de diagnóstico sobre como es el arte de los años 20. Cuando Ortega habla de arte deshumanizado no es que esté de acuerdo con este terminología, sino con la opinión general del público, que busca sentimientos; un arte que atienda al corazón y no a la mente. El arte nuevo es un arte de minorías, rompe con la tradición.
o   Ideas sobre la novela. Viene a decir que la novela está en crisis y que hay un cambio en la concepción de la novela: los argumentos peregrinos ya están agotados y se deben buscar nuevos caminos para atraer a los lectores. Describe las nuevas vanguardistas del siglo 20. En las novelas de Ortega vemos una crítica a la novela tradicional. Se le achacó a Ortega la crisis de la decadencia de la novela española de estos años.
Como vamos viendo, Ortega es la gran figura intelectual de la época y el maestro de otros escritores hasta los años de la república. Ortega ha contribuido más que ninguna otra persona al advenimiento de la República. La República deja al descubierto muchas tensiones de la sociedad española. Ortega solo representaba a la burguesía civilizada por lo que no representaba a la mayoría de los españoles.  Estas ideas de Ortega tuvieron un desarrollo liberal y también muy cercano a los totalitarismos (Ortega ha cogido parte de sus ideas del sector falangista). Los republicanos verán a Ortega como un traidor y los falangistas como alguien próximo a ellos, aunque no del todo fiable.

Cuando Ortega muere se prohíbe que las publicaciones hablen de él, ya que se le consideraba en contra de las ideas franquistas. 

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